Las calificaciones escolares son motivo de preocupación para la mayoría de las familias y, aunque sabemos que el expediente académico no es lo más importante en la educación de nuestros hijos e hijas, debemos prestar atención ante la aparición de problemas en el aula o las malas notas.

Familias y profesores tenemos tendencia a pensar que, si dejamos pasar el tiempo, los problemas acabarán desapareciendo y que el niño madurará. Pero esto no es así. Detectar un posible trastorno del aprendizaje a tiempo es la manera de reconducirlo y, a la vez, ayudar a que el niño no vea afectada su autoestima.

La neuropsicóloga pediátrica, Roser Colomé, y la neuróloga pediátrica, Montse Guitet, de la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar (UTAE) del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona nos explicarán qué debemos tener en cuenta para saber si nuestro hijo puede tener un trastorno del aprendizaje y cómo lo podemos ayudar.