We use cookies to make your experience better. To comply with the new e-Privacy directive, we need to ask for your consent to set the cookies. Learn more.
El uso de ácidos grasos hiperoxigenados es un tratamiento pediátrico seguro en casos de enfermedad púrpura fulminante
Posted on 19 Jun 19
Comentado por: Gemma Pérez, enfermera pediátrica en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.
La aplicación tópica de ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO, conocidos por sus siglas en inglés), es un tratamiento eficaz y seguro que mejora la microcirculación tisular en pacientes pediátricos que padecen enfermedad púrpura fulminante, minimizando así las lesiones sépticas en la piel.
La enfermedad púrpura fulminante es una complicación poco común (entre 10 y 25 casos por cada 100.000 individuos) pero que puede dar en pacientes pediátricos, especialmente en recién nacidos, y presenta una tasa de mortalidad alrededor del 10-20 %.
Esta enfermedad cursa como un conjunto de alteraciones fisiológicas caracterizadas por lesiones hemorrágicas, equimóticas y necrosis en la piel, que se inicia de una forma aguda y se desarrolla rápidamente propagándose por todo el cuerpo, afectando sobre todo las extremidades. La púrpura fulminante es el resultado de una coagulación intravascular diseminada que se produce en un proceso séptico.
La rapidez de esta patología, así como sus secuelas, tienen un impacto muy importante sobre la calidad de vida de los pacientes. Por este motivo es importante iniciar el tratamiento lo más pronto posible.
En nuestro trabajo publicado en la revista Journal of Wound Care, estudiamos el caso de un bebé prematuro diagnosticado con sepsis 23 días después de nacer. El niño mostraba señales de isquemia en las extremidades inferiores y superiores.
Una vez diagnosticado con la enfermedad púrpura fulminante, iniciamos el tratamiento con antibióticos de amplio espectro y terapia con los ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) y vasodilatadores. La terapia con AGHO se aplica tópicamente cada dos horas con el objetivo de aumentar la microcirculación de la piel, reduciendo así la isquemia y su fragilidad.
La cura total de las heridas se alcanzó después de dos meses de tratamiento, sin requerir amputación y con una buena recuperación de los tejidos afectados. Así, hemos podido comprobar que los AGHO representan una terapia eficaz para mejorar la microcirculación tisular y minimizar las lesiones provocadas por la sepsis. Aun así, necesitamos de futuros estudios para optimizar este tratamiento.
El equipo de trabajo estaba formado por Gemma Pérez, Maria Luisa Manzano y Alejandro Bosch, de la Unidad de Curas Intensivas Pediátricas del Hospital Sant Joan de Déu, y Joan Enric Torra de la Universitat de Lleida.
El proyecto que se está realizando sobre la aplicación de los AGHO en este tipo de patología fue becada como “Mejor trabajo de investigación en enfermería” en los XXVI Premios de Investigación 2018.
Artículo de referencia: Pérez-Acevedo G, Torra-Bou JE, Manzano-Canillas ML, Bosch-Alcaraz A. Management of purpura fulminans skin lesions in a premature neonate with sepsis: a case study. J Wound Care. 2019 Apr 2;28(4):198-203. doi: 10.12968/jowc.2019.28.4.198.